Educar desde la alegría

En un pasillo de un colegio me encontré la siguiente frase de Oscar Wilde: «quieres niños buenos, hazlos felices» y me parece que acierta con el núcleo más importante de la educación: quieres que los niños aprendan, enseña desde la alegría. La emoción positiva de la alegría es el contexto necesario en el que se da el aprendizaje.

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La empatía necesaria en la etapa infantil/inicial

Esta entrada se produce en el contexto de una intervención para gestión emocional en infantil/inicial y quiero establecer dos principios de una forma clara: el miedo se gestiona desde la seguridad y la seguridad la proporciona el vínculo.

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El coaching emocional en la educación, ser un buen jardinero

Resumen: Se explica que es la confianza en las personas desde el prisma de la tendencia actualizante tal como la entendía Carl Rogers. La confianza es imprescindible para establecer un proceso de coaching, también lo es de un modo más amplio en la educación, es la base que permite a las personas realizar aprendizajes significativos.

El coaching se fundamenta en la confianza en las personas. Sin esa confianza básica en la 14298455_spersona que tenemos delante, en el caso de la educación, en el alumno, no es posible realizar un proceso de coaching. En mi opinión, no es posible tampoco que sin esa confianza que cualquier alumno realice aprendizajes significativos. Es en una relación de confianza donde se realiza el aprendizaje humano. Esa confianza está en la base del coaching.

Carl Rogers entendía que en las personas existe una fuerza de raíz biológica que empuja a vencer las dificultades, conservar los logros y actualizar el potencial de cada persona, y la denominaba: tendencia actualizante. Se trata, por tanto, de una tendencia natural al desarrollo completo presente en el ser humano (y en los demás seres vivos). En su manera de entender a la persona, es la única fuerza motivacional del desarrollo humano.

Su manera de explicarlo era la siguiente: «Recuerdo que en mi niñez guardábamos nuestra provisión de patatas para el invierno en el sótano, varios pies debajo de una pequeña ventana. Las condiciones eran desfavorables, sin embargo de las patatas salían unos retoños que eran una especie de expresión desesperada de la tendencia direccional que he estado describiendo. Nunca llegarían a ser una planta, nunca realizarían su potencial real. Pero bajo las circunstancias más adversas, luchaban por llegar a ser» (Carl Rogers en “El poder de la persona”).

Y se puede decir que Y, si esta FUERZA la tiene una patata… ¿NO LA TENDRÁ UN SER HUMANO? Desde luego es muy distinto educar teniendo esta creencia o no teniéndola. Para el coaching emocional es imprescindible. Educar pensando que la persona tiene en si mismo la capacidad y la fuerza para lo que es bueno para ella es un clave. Se trata de las necesidades de la persona, necesidades que el profesor debe aprender a detectar en sus alumnos. Este esquema precisa de una fuerte dosis de empatía, de comprender la situación de la persona y sus necesidades operantes en cada momento de su existencia. Desde este prisma vamos a entender sus reacciones y su conducta dirigida precisamente por su tendencia actualizante. Por decirlo de un modo directo: se trata de la tendencia actualizante del alumno y no la del profesor, es la situación concreta y particular del alumno la que va a marcar la dirección y sentido de la tendencia actualizante. Este giro es clave tanto para el coaching como para la educación.

Por ello nuestra conclusión, como una premisa necesaria para el coaching es: Confía en la tendencia actualizante tanto de la persona como de los equipos. El coaching emocional busca precisamente la activación o desbloqueo de esa fuerza, no puedes desbloquearla si no confías en ella.

Por supuesto que la tendencia actualizante puede ser obstruida, tenemos casos delante todos los días, pero no se puede destruir sin destruir al organismo. La mejor manera de actuación de un profesor es precisamente desbloquear la tendencia actualizante, para ello tiene que entender la persona y sus circunstancias y proporcionarle el mejor terreno para crecer. Por eso la imagen del profesor es la del buen jardinero.

Ámbitos de aplicación del coaching en la educación

Resumen: Se incluye una lista de los ámbitos de aplicación del coaching en educación y además del aula aparecen los equipos directivos y los demás equipos de trabajo de la multiforme organización escolar. Se incide de modo especial en la aplicación a las tutorías con padres y alumnos. También en las necesidades del departamento de orientación. Para la atención a la diversidad y la inclusión resulta una herramienta imprescindible.

Voy a hacer una entrada muy práctica sobre la aplicación del coaching en la educación: 10122254_sdónde se aplica, que sería tanto como responder: para qué sirve el coaching en la educación.

Veamos una lista de esos ámbitos de aplicación:

1.       Dirección y Titularidad.

2.       Equipos de trabajo.

3.       Tutorías con padres y alumnos.

4.       Departamento de Orientación.

5.       Atención a la diversidad y situaciones “especiales”.

6.       Día a día en el aula: fijación y consecución de objetivos de grupo o individuales.

He dejado para el último la aplicación en el aula, que es quizá la primera idea que se tiene de aplicación en una organización educativa, para subrayar que la escuela, como organización, tiene muchos ámbitos diversos, es una organización compleja y dentro de ella el coaching puede tener aplicaciones variadas. A estas me voy referir en esta entrada, dejando el aula para otras posteriores.

La primera es la de aplicación al equipo directivo de la escuela y también, en su caso, al equipo titular de la entidad que posee el colegio y quizá otros. No hay que olvidar que el coaching nació y se ha desarrollado con los directivos de las empresas y organizaciones y los colegios también son organizaciones. En el equipo directivo, trabajando por metas con la metodología del coaching de equipos se consigue una mejora sustancial de la comunicación y detrás de ella de la eficacia del trabajo de todo el equipo directivo. Esta metodología se puede transferir a todos los equipos de trabajo del colegio.

Una aplicación especial y de gran eficacia es la aplicación a las tutorías con padres y alumnos, lo que implica una formación específica del claustro implicado. De modo específico, el cambio en las tutorías con padres transforma el centro educativo en una organización sensible al entorno y a las necesidades de los padres que acuden al centro para llevar a sus hijos. A la larga esto implica un cambio en profundidad. La aplicación del coaching a las tutorías con alumnos incide en el centro de todo el trabajo de la educación: la relación profesor-alumno. En ISIE hemos dado muchos cursos a profesores para implementar el coaching en las tutorías de padres y alumnos y es un buen punto de comienzo, práctico y útil, para implementar el coaching.

El coaching en el departamento de orientación es una herramienta necesaria y normalmente los orientadores la demandan. Tiene unas características especiales porque se pone el énfasis en relaciones individuales. Los múltiples cursos que hemos realizado en ISIE desde hace ya muchos años con orientadores avalan la validez de la herramienta.

El coaching para la atención a la diversidad es una herramienta clave ya que precisamente el coaching, especialmente el coaching emocional, es un modo de ajustarse a las necesidades particulares de cada persona. Es decir hace al docente sensible a las necesidades reales de cada uno de sus alumnos. De hecho el coaching es una muy buena herramienta de inclusión, en mi opinión particular imprescindible hoy.

Espero haber dado alguna orientación sobre las posibilidades del coaching en la escuela hoy y haber contribuido a clarificar sus aplicaciones concretas.

¿Qué es el coaching emocional?

Resumen: ¿Qué es el coaching emocional como corriente de coaching? Surge de la Terapia Focalizada en las emociones de Leslie Greenberg. Las emociones son la guía de acción. Esto permite ajustarse a las necesidades reales de la persona, tras un acuerdo entre emociones y razón: las emociones proponen, la razón decide. Es una corriente especialmente adecuada para la educación porque se basa en un desarrollo personal. La avalan muchos años de experiencia de ISIE.

Voy a responder en directo al interrogante que abre esta entrada: el coaching emocional es 14243385_suna corriente de coaching, desarrollada en ISIE, que utiliza como base de funcionamiento la Terapia Focalizada en las Emociones de Leslie Greenberg. Es un coaching que utiliza las emociones como guía para la acción, es decir, las emociones no son buenas o malas, sino agradables y desagradables y en todos los casos aportan una información que de forma muy directa apunta a nuestras necesidades. Las necesidades de la persona son así indicadas por el sistema emocional y no por el racional, algo que efectivamente se corresponde con la realidad de nuestro día a día.

Las emociones nos indican lo que necesitamos, la razón sirve para hallar el mejor modo y las posibilidades de llenar esas necesidades, pero el sistema racional no detecta las necesidades, es sencillamente un sistema reflexivo que trabaja con los datos que le aporta el sistema emocional. Con este modo de trabajo se llega a un acuerdo entre emociones y razón, entre lo que indica nuestro sistema emocional y lo que indica nuestra razón. El coaching a partir de las emociones que van aflorando en el proceso centra a las persona en sus necesidades y les hace plantearse y conseguir metas que están realmente muy ajustadas y realistas en su vida personal.

Como necesidades se encuentran las indicadas por Maslow, es decir el hombre es un ser social complejo que tiene toda una pirámide de necesidades y todas hay que tenerlas en cuenta. Estamos en psicología dentro de la corriente denominada psicología humanista, cuyos padres son precisamente Maslow y especialmente Carl Rogers. Además, el coaching emocional recoge todos los avances aportados por la escuela de estos iniciadores, especialmente, como hemos dicho, la de Leslie Greenberg, que aporta una tipología completa de las emociones y un modo concreto de gestión emocional que se denomina Proceso Emocional Básico.

De este modo se estable todo un sistema de gestión de las emociones, que a la vez que son respetadas como el centro de nuestro sistema psíquico, constituyen el motor de la motivación para el cambio que el coaching implica. En ISIE entendemos que sin conexión con las propias emociones no hay motivación real, no en vano el término emoción procede en su raíz latina de motio/motionis movimiento. La razón no proporciona en si misma motivación, a no ser que las razones se encuentren precisamente en línea con lo que la persona necesita y esto, como ya he dicho, lo indican las emociones.

Con todo lo dicho el proceso de coaching emocional es un proceso donde además de dirigirse a metas reales en la vida de la persona, esta inicia un camino de desarrollo personal, no solo consigue metas ajustadas a sus necesidades, sino que aprende a conocerse, a gestionar sus propias emociones, y a conocer sus necesidades reales como la persona que es. En resumen emprende un camino por el que desarrolla su autoconocimiento y sólidamente asentado en este, emprende un camino de potenciación de sus capacidades.

Este sistema de coaching emocional entendemos que tiene una aplicación específica para la educación, aunque no es la única ni puede encerrarse en ese campo. Para la educación resulta especialmente adecuado debido a la unión entre desarrollo personal y consecución de metas, algo que es una de las necesidades más profundas del mundo de la escuela. Lo llevamos aplicando ya muchos años en este terreno y la experiencia no puede ser más positiva.

¿Cómo se aplica el coaching en la educación?

Resumen: el coaching cumple las condiciones de la escuela. El coaching tiene dos elementos esenciales que se encuentran siempre presentes: un desarrollo de personas y un objetivo claro La escuela por su parte también tiene un objetivo, el aprendizaje de los alumnos, y un camino para llegar, un camino que implica el desarrollo personal del alumno. Cuando se aplica el coaching en educación es necesario un cambio de roles: activo del alumno, de guía del profesor. Se trata de un cambio en profundidad que debe dar el conjunto del equipo docente para poder aplicar de verdad el coaching y que este sea eficaz. Hay que elegir cuidadosamente la corriente de coaching más adecuada al centro educativo y qué profesionales van a formar a los docentes. En el ISIE desde hace ya más de 10 años llevamos desarrollando un enfoque de coaching que denominamos coaching emocional y lo hemos aplicado con éxito en la educación.

¿Cómo sería la aplicación del coaching del que hemos hablado en la entrada anterior en la 19802188_sescuela? Como podemos ver con facilidad, el coaching cumple las condiciones de la escuela, se ajusta como un guante a esta. El coaching tiene dos elementos esenciales que se encuentran siempre presentes: un desarrollo de personas y un objetivo claro hacia el que caminar y en cuya consecución se van a desarrollar esas capacidades.

La escuela por su parte también tiene un objetivo, dicho de un modo genérico, el aprendizaje de los alumnos, y un camino para llegar, un camino que implica el desarrollo personal del alumno. Para llegar a ese objetivo el alumno debe desarrollar una serie de capacidades personales, debe desarrollar su potencial y activar sus recursos si quiere llegar a la meta, el aprendizaje. SE comprueba que hay una coincidencia al menos en la presencia de los dos elementos esenciales del coaching, luego parece que a priori es posible aplicar el coaching en la educación.

Sin embargo, esta es la letra gorda, que indica que hablando de modo genérico escuela y coaching ajustan, incluso parecen hechos el uno para el otro. ¿Cuál es la letra pequeña? La letra pequeña se refiere al modo como se imparte la educación hoy y a cómo se entiende un proceso de coaching. En el proceso de coaching, como se entiende bien por el ejemplo del deporte, el protagonista absoluto es el alumno, el entrenador, el coach no sale al campo a correr, sale el alumno. Esto implica, cuando se aplica el coaching en educación un cambio de perspectiva en lo que voy a llamar educación tradicional, donde el protagonista es el profesor y el alumno tiene el papel de seguir al profesor, aprender lo que este enseña. Si se aplica el coaching en la educación, los roles tradicionales se invierten y el profesor pasa a ser un entrenador, alguien que vigila el rendimiento y que proporciona estrategias, y el alumno se convierte en el gestor de esos consejos, en quien debe aplicarlos según sus capacidades, desarrollando estas.

En los últimos años y en algunas corrientes pedagógicas desde hace ya tiempo, se está dando esta inversión de roles que hace variar radicalmente el rol del profesor. Evidentemente en este caso el coaching ajusta perfectamente y es una herramienta para desarrollar esta línea. Sin embargo, si esa inversión de roles, activa del alumno, de guía del profesor, no se realiza, el coaching no es útil en la enseñanza, porque no encontraría las condiciones básicas necesarias para ser aplicado.

Lo que llevamos dicho implica como bien se puede suponer un importante cambio de paradigma en el equipo docente y también una intensa formación que va en contra de algunas rutinas aprendidas y heredadas durante muchos años. Se trata de un cambio en profundidad que debe dar el conjunto del equipo docente para poder aplicar de verdad el coaching y que este sea eficaz.

También hay que elegir cuidadosamente la corriente de coaching más adecuada al centro educativo y qué profesionales con experiencia van a formar a los docentes. En el ISIE desde hace ya más de 10 años llevamos desarrollando un enfoque de coaching que denominamos coaching emocional y lo hemos aplicado con éxito en la educación, a la que nos parece se ajusta perfectamente. Pero de esto hablaré en una entrada posterior.

Quedan muchas cosas en el tintero y prometo escribir sobre coaching emocional, para ir rellenando esas lagunas, espero que esta entrada del blog sirva como aperitivo y haya puesto algunas premisas para entender en qué medida es posible aplicar el coaching en la escuela.

«Este colegio inculca conocimientos, los niños vendrán educados de casa»

Resumen: Se trata del texto de una viñeta recogido en internet. Primero se exponen las raíces ideológicas que tiene. Mi argumento es que no hay impartición de conocimientos sin educación, especialmente cuando se trata de menores de edad. Se pide serenidad y la no politización del debate sobre educación para afrontarlo con la serenidad y profundidad necesarias para que dé el fruto de un acuerdo, que pueda ser un acuerdo de Estado para la educación.

312363_606142176073837_93642776_nEste texto, que es de una viñeta que me ha llegado por internet, resume una postura que se expresa con frecuencia en los debates sobre la educación. Su raíz, al menos en España, tiene un sesgo ideológico, y surge del debate sobre la LOGSE, ley sacada por la izquierda, que, por resumir de algún modo, entre los dos elementos del título, inculcar conocimientos y educar, pone el énfasis en educar. La educación se concibe como atención a la persona, a su itinerario personal y busca atender a su situación especial. Impartir conocimientos es ahora la posición de la derecha y es también el origen que impulsó a la escuela en el siglo XIX, sacar a la población en general del analfabetismo, enseñarles a leer y las cuentas fue su primer y fundamental objetivo, es decir, lo que siguen siendo las troncales hoy: lengua y matemáticas.

Educar es de izquierdas, y en ese caso se plantea una escuela que busca la igualdad de oportunidades entre la ciudadanía, como tal ciudadanía, es decir orientada a suplir las diferencias sociales y atender a las situaciones diversas, es decir una escuela con finalidad básicamente social. Impartir conocimientos es de derechas y la escuela adquiere el sesgo de excelencia y competitividad: cuantos más conocimientos se adquieran mejor y se privilegia a quien mejor los adquiere. Una escuela de excelencia, está orientada a las salidas laborales, es decir, una escuela orientada al mundo económico y laboral. Esta es la idea de la derecha, agudizada en este momento por la galopante crisis laboral que sufre España. Resumen caricatura, tal como de hecho son las viñetas y tal como de hecho se vuelven los debates cuando la ideología de los partidos entra en ellos: inculcar conocimientos: la derecha, educar de izquierdas.

Mi opinión ha sido siempre que la educación tiene que salirse de las ideologías y formar parte de un pacto de Estado que la saque de la lucha partidista y le dé estabilidad de trabajo sobre unas líneas comunes, es decir que la educación no dependa de las veleidades políticas del gobierno de turno.

Por ello, primero, quiero expresar en esta entrada que lo que dice la  viñeta: «Este colegio inculca conocimientos, los niños vendrán educados de casa», es sencillamente imposible. Ambos elementos son inseparables, la escuela educa a través de la transmisión de conocimientos. Ni puede inculcar conocimientos sin educar, ni puede educar sin apoyarse en los conocimientos.

Primer argumento: No se pueden impartir conocimientos sin educar. El sencillo resumen realizado antes sobre las posiciones ideológicas lo debería dejar claro, pues pone en evidencia que detrás de cada postura hay una escala de valores, unas elecciones y prioridades, que hace el profesor, tanto sea que eduque, como que inculque conocimientos, va a transmitir esas prioridades a los alumnos, y este va a ser el principal elemento que van a recibir los alumnos. Por lo tanto cualquiera de las dos posturas es un modo de educar. Es decir, un profesor educa siempre, aun cuando elija no hacerlo.

Además, y este es el segundo argumento, la persona humana es de tal modo que absorbe esa escala de valores y la absorbe a través de su sistema emocional, de modo que todo aprendizaje incide y pasa a través del sistema emocional del alumno. Sugerir, como parece hacer la viñeta, que se inculcan conocimientos, como si estos fueran neutros y dejar veladamente indicado que no se tiene en cuenta al alumno, a su sistema emocional, a sus emociones, en resumen, a su situación personal, es una terrible falacia.

Tercer argumento, por si lo demás fuera poco, nos estamos refiriendo a niños, que el derecho ya sabe distinguir y califica como menores de edad, lo que significa que estamos ante personas que se están precisamente formando como tales personas, constituyendo todos sus sistemas de funcionamiento, biológico, psicológico, racional y social y de relación. La educación no puede sencillamente decir que da conocimientos a sujetos que van a saber cómo organizarlos, sino que precisamente lo que hace al inculcar esos conocimientos es organizar a la persona que los está recibiendo en todas sus dimensiones. Esta es la tarea principal de la educación, lo que se llama educación integral. No tenerlo en cuenta y sencillamente inculcar conocimientos es no tener una noción de lo que es un niño, no saber lo que es una persona humana en formación, que no ha alcanzado su madurez, su edad adulta. Trabajar con niños implica educar, ambas cosas van ligadas y olvidarlo me parece francamente peligroso, peligroso precisamente para los niños.

Última idea, si lo que se quiere decir en la viñeta es que hay un fuerte déficit de educación en las familias, que el colegio, las instituciones educativas en general, se están viendo sometidas a una presión excesiva de exigencias por parte de la sociedad y las familias, que las ha puesto en medio de un montón de problemas para los que no tienen armas, ni herramientas y ante los que se ven francamente desbordados, entonces, yo también estoy de acuerdo. Y con todo esto apuntamos a las mayores dificultades de la escuela: atender toda una serie de demandas que parecen salirse de su tarea original y que si no se atienden la desvían de ella, y para las que no tienen los medios y últimamente, al menos en España, han visto fuertemente recortados los presupuestos que permitían al menos afrontar alguno de los problemas.

Luego lo que yo quiero con la entrada es hacer una llamada de atención para no simplificar el debate de la educación, alimentándolo con simplificaciones ideológicas que no contribuyen a crear las soluciones necesarias y, en vez de buscar esas soluciones comunes, polarizan el debate en posiciones que se convierten en irreconciliables. Solo un debate sereno con la confianza de que es posible encontrar una posición común va a sacar la educación de la crisis en que se encuentra metida.

Las metas de un profesor para su asignatura

Resumen: Existe un modo de plantearse como impartir las asignaturas que no tiene en cuenta los sentimientos de los alumnos sobre la asignatura misma. Se sugiere como dar la vuelta a este planteamiento e integrar los sentimientos de los alumnos sobre la asignatura en los objetivos del profesor, con ventajas evidentes en cuanto a la implicación de los alumnos en la asignatura. Estamos hablando de un profesor que actúa como líder-coach y tiene habilidades de educación emocional.

Existe un modo llamémosle general de que un profesor se plantee las metas para su asignatura, lo podríamos resumir en 3 puntos, poniendo un ejemplo con las matemáticas.8455383_s

  1. Mi objetivo es que mis alumnos aprendan matemáticas
  2. Les doy clase de matemáticas (sigo los modos que conozco de dar clase)
  3. ¿Qué consigo? No les gusta, no les interesa, no le ven la utilidad

Como se ve es un recorrido que parece lógico y que lleva a mucha frustración y que va a continuar despertando una sorpresa, que va a terminar generando una sensación de impotencia: ¿cómo es posible que no le vean utilidad a las matemáticas? ¿Cómo es posible que no les interese?

El recorrido realizado es:

  1. Querer (objetivo)
  2. Hacer (método de dar clase)
  3. Tener (final real al que llego, final que no estaba en el objetivo)

Se puede ensayar un recorrido diferente para llegar a un resultado también diverso.

  1. Quiero que mis alumnos se interesen por las matemáticas y las vean útiles (interés y sentir útil la asignatura  son mis objetivos).
  2. Doy mi clase una vez en el mercado, otra en la bolsa, hacemos un presupuesto de la familia, cómo me administro la paga,… (o cualesquiera otros métodos adaptados a la edad e intereses de mis alumnos, estos son solo ejemplos sencillos con la conciencia evidente de que es algo más complejo)
  3. Objetivo: Consigo que mis alumnos se interesen… y aprendan

En realidad hay un cambio profundo que sigue el siguiente orden:

  1. ¿Cómo quieres que se sientan tus alumnos?… SENTIR
  2. ¿Cómo puedes dar la clase para conseguir eso?… HACER
  3. ¿A qué objetivo llego?… TENER

El objetivo está situado en el momento de ser establecido en el lugar real: el objetivo es siempre lo último en la consecución. Pongo en primer lugar los sentimientos que me gustaría suscitar.

Me tengo que renovar para encontrar unos métodos de enseñanza de mi asignatura (HACER) que estén ajustados a lo que pueden entender los alumnos. Debo innovar y debo ir cambiando y ajustando en función de los resultados que vaya obteniendo.

Sé muy bien, basta un somero recorrido por internet, que hay múltiples profesores que han hecho este recorrido y han puesto sus métodos a disposición de los demás: hay montones de formas de enseñanza de las matemáticas, por ejemplo, disponibles en la web. Por lo tanto hay una amplia selección que solo está esperando el trabajo de búsqueda y adecuación de cada profesor. Aquí solo quería desentrañar el recorrido subyacente, recorrido en el que lo emocional tiene una importancia fundamental: no se puede prescindir en la enseñanza de los sentimientos de los alumnos, es uno de los elementos cruciales para el éxito de la educación. Por esto pienso y vuelvo a insistir en que la educación emocional es imprescindible para un docente hoy. Todo lo expresado en esta entrada es educación emocional y concebir al profesor como un líder, un líder-coach, el liderazgo transformador que necesita la escuela.

Noor y el cambio de colegio

Resumen: los motivos que tuvimos mi mujer y yo para sacar a Noor de la Escuela Infantil son básicamente de educación emocional: el vínculo con su maestra. Son muy similares en muchos padres en todas las etapas de la educación. Es una capacidad que no se puede dejar a la buena voluntad del docente sino que precisa una formación específica y profesional.

El año pasado Noor acudía a una Escuela Infantil Pública. Este año acude a un colegio,DSC_0129 también público. No he llegado a poner por escrito los motivos que nos llevaron el año pasado a cambiarla a mi mujer y a mí, quizá porque me parecían agresivas. Ahora me he decidido a explicarlo porque me parece que es algo que sucede con frecuencia y que pone de relieve la importancia de una educación emocional mucho más profesional.

Al comienzo del curso académico pasado, es decir el  2011-12, Noor tenía casi dos años y comenzaba su segundo año en la Escuela Infantil. Como suele suceder con niños tan pequeños, al dejarla por la mañana se quedaba llorando. Esto duró el mes de septiembre y algo de octubre. Poco a poco Noor se iba quedando más contenta y sin dificultades en su “cole”. Así fue transcurriendo el curso, pero al llegar a abril, de nuevo Noor comenzó a llorar y poner dificultades para ir al colegio. Era evidente que le estaba costando ir. Yo la dejaba en el colegio la mayor parte de las mañanas y comprobaba que era diferente según quien fuese la persona que la recibía.  Había 2 profesoras que atendían habitualmente el aula, y Noor siempre se iba con una de ellas y no con la otra. Cuando esta profesora estaba sola, costaba especialmente dejarla y se agarraba a mí. Esto es como la prueba del 9, la comprobación para cualquier padre o madre. Una de las 2 profesoras no había creado bien el vínculo con Noor. Los niños de esa edad, entonces 2 años y pocos meses, son muy directos en sus vínculos emocionales, y no engañan.

Además mi mujer se había fijado en que Noor había generado algún miedo en la relación, como si tuviese miedo de que la regañásemos. A ella le preocupaba fuertemente la creación de miedos a esa edad temprana. Por mi parte, además de comprobar lo que decía mi mujer, también encontré algunos elementos de excesiva disciplina, como por ejemplo como se ponía para que la limpiase después de hacer sus necesidades. Disciplina extraña en una niña de esa edad, que además, y ya he escrito sobre ello, no percibe el asco y este es aprendido.

Juntando los 3 elementos, llorar al dejarla en el cole, los miedos y la disciplina exagerada, decidimos cambiarla de colegio. Realmente con el primero de esos elementos habría bastado, pero pienso que nunca se dan solos, siempre se produce un cuadro. El caso es que a esa edad para nosotros ha sido más importante el bienestar emocional que otras consideraciones.

Me he animado a poner esta consideración ahora porque pienso que nosotros reaccionamos como cualquier padre o madre con su pequeño. De un modo intuitivo, a veces no verbalizado expresamente, pero los padres o los cuidadores de un infante perciben la importancia para este de sus vínculos y actúan para protegerlos. Además pienso que en muchos cambios de colegio, esto ya a todas las edades, influye de modo poderoso este punto de las relaciones establecidas: cambiar significa en primer lugar cambiar las relaciones y así con nuevas relaciones crear una nueva oportunidad. Evidentemente en esos cambios influyen malos resultados académicos, pero en mi opinión para que se tome la decisión de un cambio de colegio deben darse ambos elementos conjuntamente: malos resultados y también mala relación con los profesores. No son los únicos motivos, pero son los motivos que más presentes se encuentran.

2013-04-28 13.17.25(0)Los profesores y profesoras de infantil son muy conscientes de la importancia del vínculo con sus alumnos. En mi opinión falta formación en educación emocional para que esa conciencia no se quede en la simple buena voluntad del docente y este adquiera herramientas para saber cuidarlo. Esto es una parte básica de la cualificación profesional del profesorado. Es decir, no se puede dejar a un simple buen hacer o buena actitud del docente, es necesario un aprendizaje específico, porque esta capacidad de crear vínculo se va a convertir en crucial para la profesionalidad del maestro.

Esto se hace especialmente agudo a las edades de la etapa de infantil, desde 0 a 6 años, aunque en mi opinión sigue siendo importante durante toda la educación aunque evidentemente el tipo de vínculo evoluciona y no es lo mismo la relación en infantil o en primaria o en secundaria.