150928 El sendero del heroe – explicación
150928 El sendero del héroe – herramienta
Marta Bermudez. Licenciada en psicología con formación en Orientación Educativa, Inteligencia Emocional, Psicoterapias y Coaching. EMOTIVA Centro para el Cambio. www.emotivacpc.es
Todo el mundo ha oído hablar del Coaching como herramienta que facilita alcanzar los objetivos propuestos. Yo quiero hablaros hoy del Coaching como herramienta potenciadora para el rendimiento, concretamente para el rendimiento escolar-académico, ya sea dirigido a estudiantes satisfechos pero que desean aumentarlo, como a aquellos que sus notas o circunstancias no reflejan sus capacidades.
Entrada elaborada por Beatriz Sola Aguinaga Coach emocional y terapeuta EFT
En un proceso de coaching, el paso de las opciones es muy importante. En este momento es cuando abrimos nuestra mente, nuestra imaginación. Vamos más allá de los límites en los que nos solemos quedar. ¿Cuáles son los caminos que nos llevan a conseguir nuestro objetivo?
Entrada elaborada por Beatriz Sola Aguinaga Coach emocional y terapeuta EFT
El anterior artículo y el cuento de Barba Azul nos sirvió para trabajar un poco qué es lo que está bloqueado en nuestra vida, qué no nos gusta, cuáles son nuestros anhelos. Y para ir perfilando la meta de nuestro proceso.
En esta ocasión, Vasalisa favorece nuestro análisis sobre qué está ocurriendo en nuestro día a día, cuál es nuestra situación de partida, nuestro presente. El hacernos más conscientes de cómo vivimos nuestro ahora, nos ayuda también a concretar o matizar más nuestra meta (o a cambiarla si sentimos que es necesario).
Entrada elaborada por Beatriz Sola Aguinaga Coach emocional y terapeuta EFT
¡Si no prestas atención a los tesoros que posees, estos te serán arrebatados!
Vamos a recopilar brevemente lo que hicimos en el capítulo anterior.
Comenzamos con la escucha desde el cuerpo, volver a atender a nuestra intuición para preguntarnos: ¿qué está pasando ahora en mi interior?
Luego iniciamos nuestro trabajo personal tomando consciencia de nuestros anhelos, esas cosas que queremos cambiar en nuestra vida, eso que sentimos que hemos perdido de nosotr@s mism@s por el camino.
Del cuento de Barba Azul, nos vamos centrar en este personaje y en la forma que tiene de actuar. Es lo que la Dra. Pinkola llama “El Depredador”, y su misión es quitarnos la energía, hacernos sentir pequeñ@s, que no valemos, que no merece la pena que lo intentemos porque “total, no va a salir bien”.
Resumen: Sin compromiso no hay coaching, por ello el 5º paso del coaching emocional es realizar un compromiso. Con esta entrada terminamos esta serie de entradas sobre las preguntas poderosas, que son un modo sencillo de armar el esqueleto de una sesión de coaching. Recomiendo recorrerlas en orden. Utiliza la opción buscar en el blog y pon la categoría coaching.
El quinto paso del coaching consiste en realizar un compromiso. Estamos en el último paso de esos 5 que constituyen el esqueleto de una sesión de coaching. Este es fundamental porque si no hay compromiso no hay coaching. Cada sesión debe terminar con un compromiso por parte de la persona que realiza el proceso. Esta se compromete con el coach a realizar alguna acción.
Con su profundidad habitual Aristóteles une movimiento y vida. Como seres vivos estamos hechos para la acción. Quizá la educación en su tradición más rancia nos ha hecho creer que la teoría, las ideas son lo importante, pero somos seres vivos que necesitan moverse, actuar, las ideas deben terminar en acción, en compromiso. La filosofía de la izquierda Hegeliana lo vio ya claro en el siglo XIX. Para el marxismo lo importante era la praxis, traducir las ideas en acción. Las ideas mismas son acción.
El coaching aplica esta idea profunda de un modo sencillo: quien realiza el proceso debe comprometerse con ese proceso y debe salir de cada sesión con un compromiso y entre sesión y sesión debe cumplirlo, debe realizar acciones para avanzar hacia su meta. Si no lo hace así de un modo repetido, el coach debe interrumpir el proceso. No tiene sentido sentarse a hablar cada semana o cada quince días, si después no se producen cambios. Es gastar el tiempo del coach y el dinero y el tiempo de su cliente. Debe ser muy exigente con esto, igual que debe dejar muy claro cuál es el compromiso al terminar cada sesión.
Teniendo en cuenta esto, las preguntas poderosas referentes al compromiso son:
Las 3 preguntas obligatorias para un coach, que condensan realizar el compromiso son precisamente: ¿qué, cómo y cuándo… vas a hacer? Sin estas preguntas y este compromiso no hay coaching. No me importa repetir esta idea.
La segunda pregunta de lista: «¿qué te llevas?», es importante para recoger lo trabajado en la sesión y para que la persona tome conciencia de lo que se ha avanzado y como está marchando el proceso. Le produce la sensación de que se avanza, porque constata en cada sesión cuál o cuáles han sido esos avances.
¿De qué manera puedo yo mantenerte responsable de tus compromisos? El coach debe terminar la sesión con su propio y personal compromiso con el proceso.
Resumen: el 4º paso del coaching emocional es identificar las opciones. Hay que abrir la mente. Los miedos se han trabajado con los obstáculos, ahora ser libre y todo lo amplio que seamos capaces, más de lo que pensamos. La razón ayuda a identificar los recursos, dinero y personas que puedan ser necesarios en cada opción.
El cuarto paso del coaching consiste en identificar opciones. Llegados a este punto ya conocemos la meta, cómo se encuentra la situación en presente y hemos identificado los obstáculos relevantes. El último punto con cada obstáculo era una comprobación de que queremos avanzar hacia la meta. Ante cada obstáculo afrontado la pregunta era: ¿qué te motivaría a continuar?
Ahora vamos a ver los mejores caminos para llegar a la meta y nos ponemos a la tarea de identificar las opciones. Se trata de abrir la mente y no quedarnos en la cerrazón de los obstáculos. Los obstáculos están relacionados emocionalmente con el miedo, y el miedo cierra la mente, es como aquellas anteojeras que se le ponían a los burros para que mirasen solo el camino. Ahora tenemos que hacer la operación inversa, quitarnos las anteojeras y abrirnos a todas las posibilidades. El coaching es una herramienta esencialmente positiva que se ha revelado muy eficaz en este punto.
Las preguntas poderosas para identificar opciones son:
Se trata de un buen ejercicio, liberarse de clichés, de formas de pensar hechas, rígidas, digamos: liberarse del peso de la historia que nos ha impedido llegar a la meta que tanto nos interesa. « Si no tuvieras límites…». Se trata en resumen de eliminar las barreras de nuestro pensamiento, de las malas experiencias que nos cierran caminos, que no nos dejan transitar libremente. Este es un buen resumen: siéntete libre para conseguir eso que quieres: ¿cómo lo harías?
Una vez identificadas las posibles opciones tenemos el trabajo de elaborar la lista de medios y recursos necesarios: tiempo, dinero, y personas (cuando sea necesario). Es un trabajo más bien racional. Recordemos que las metas las pone la emoción, el corazón, los medios los estudia la razón. Aunque hay que estar atento también a lo emocional: como estamos vinculados a esos medios, de qué no nos queremos desprender, etc. aunque este trabajo en su fondo se ha hecho ya en el trabajo con los obstáculos que si que es básicamente emocional.
Resumen: el tercer paso son los obstáculos, es visualizar aquello que nos impide lograr esa meta. Se trata de localizar esas barreras y ver el modo de superarlas, destinando los recursos necesarios.
Los barreras o dificultades son el 3º paso de los 5 que integran una sesión de coaching.
Se trata de anticipar y eliminar las barreras u obstáculos. Estas barreras son o barreras externas, digamos objetivas, lo que significa que están ahí para cualquier observador. Y barreras internas, como serían personal falta de organización, miedos, autoimagen débil o negativa, sentimiento de no valer, de no merecer, etc. En el trabajo real ambas se confunden, porque las barreras objetivas dependen de la valoración que hacemos de ellas. Digamos que son objetivas, pero su altura como obstáculo en nuestro camino lo ponemos nosotros.
Las preguntas poderosas con respecto a las barreras serían las siguientes:
La primera pregunta es una bofetada en la cara con el estilo de la Gestalt: si no tienes algo ya es porque no has querido tenerlo hasta ahora. Si es tan importante para ti porque no estás ya en el camino para conseguirlo, aún más porque no has llegado ya al final de ese camino. La vida son elecciones, esas elecciones indican nuestros valores reales, lo que verdaderamente nos importa, lo cierto es que si ahora esa meta es importante es porque hasta ahora no lo ha sido: cuál ha sido tu elección previa que ha impedido realizar esta. Eso es lo que has hecho para no darte lo que necesitas.
Es muy importante localizar los obstáculos del camino, los hay, al menos un camino a recorrer, lo que implica al menos tiempo para recorrerlo, una cierta forma física, y algunos recursos…
La localización es básicamente emocional: aquellas cosas a las que emocionalmente le damos relieve. El coach deberá estar muy atentos a la voz de su cliente que indica que hay un obstáculo, y profundizar en la emoción que hay debajo… Habitualmente un miedo, algo que le pone en riesgo, sea del tipo que sea. Este es el punto de encuentro de barreras internas y externas.
Una vez establecidas que barreras encontramos, hay que investigar los “recursos” requeridos para sobrepasarlas: tiempo, energía, dinero, personas. Son preguntas muy concretas que el coach debe hacer a la persona.
Estamos en una etapa que brinda la oportunidad de desarrollar el potencial de la persona. En el coaching el camino es tan importante como la meta, no se trata solo de conseguir un objetivo, sino de que la persona consiga un objetivo. Lógicamente al hacerlo aprende.
La tarea del coach es ayudar a la persona a confiar en sus propias posibilidades, en su potencial a desarrollar.
Resumen: Estamos haciendo el esqueleto de una sesión de coaching utilizando las preguntas poderosas (de PNL) . El presente es el segundo paso. Se trata de una forma natural de ir centrando las acciones necesarias para alcanzar una meta. El presente es lo que sucede ahora que me hace plantearme cambiar.
El presente es el segundo paso de los 5 que integran una sesión de coaching. Las preguntas poderosas con respecto al presente serían las siguientes:
La meta está antes del presente porque el presente admite muchas lecturas, muchísimas, ya que tiene la profundidad de la realidad que se está viviendo, luego un espesor enorme. Se trata de leer el presente en función de la meta, del objetivo fijado para el coaching. Esta finalización inscribe una tendencia desde la que es posible leer el presente. Sin finalidad, sin un para qué, todas las lecturas se hacen posibles, que es lo mismo que decir que ninguna lectura es posible. Sin para qué, sin meta la persona se encuentra perdida en el presente.
Sin embargo si existe la meta, y es una meta importante para la persona, el sistema emocional va a valorar con gran agudeza los elementos del presente conectados con esa meta, tanto los que la facilitan como los que la dificultan. En realidad la meta es la solución para la situación del presente. Si el coach lo hace adecuadamente puede ir llevando a la persona a analizar el presente de esa forma tendencial, dirigida a una meta y en función de ella.
Se trata por tanto de encontrar en concreto, bajando a los detalles, sin dejar hablar en genérico, que hay que posibilita la meta, que hay que la hace necesaria o mejor deseable para la persona que se la está planteando y que hay que la obstaculiza.
En realidad en este nudo del presente están como en semilla los elementos que se van a desarrollar a continuación en la sesión, el coach debe acompañar a la persona a descubrirlos. Se trata de un recorrido, no de un análisis, si por análisis se entiende un proceso racional. Se trata de que la persona haga un recorrido existencial por la situación presente tal como la percibe, es decir, con las emociones y sentimientos que experimenta en ella.
La pregunta 6 es una aportación de la Gestalt que presupone que si algo nos interesa de verdad (está el hecho de que nos lo hemos planteado como meta) lo tendríamos ya a no ser que haya algún obstáculo. Si algo es alcanzable (elemento de cualquier meta) hay algo que ha hecho que no lo tengamos hasta ahora… y no nos podemos evadir de nuestra responsabilidad en retrasarlo, en no haberlo conseguido ya.
El recorrido del presente lleva seguramente a algunas situaciones del pasado. El pasado solo interesa porque influye en el presente y para entender cómo ha llevado a él. El coaching no es un buceo del pasado, sino un plantearse el tiempo hacia adelante, hacia una meta, es un camino que vamos a emprender. Pero, por ejemplo, la forma física que tenemos para emprender ese camino es algo que viene de nuestro entrenamiento y este viene del tiempo pasado y va a influir en nuestra meta. Ese es el pasado que nos interesa, el que está influyendo, positiva o negativamente, en el ponerse en camino para la meta.
Bueno suficiente para atacar el tema del presente, muy importante hacerlo con la profundidad necesaria.
Resumen: La PNL es una de las corrientes que más ha influido en el coaching. Tiene una dinámica desarrollada que se llama de las preguntas poderosas. Comenzamos con el primer paso: plantearse la meta.
La PNL, «Programación Neuro-Lingüística es el estudio sistémico de la comunicación humana. Es el modelado de la excelencia y la manera de comprender como llegar a resultados extraordinarios e impulsar a las personas a llegar a su máximo potencial» (Joseph O’Connor). La PNL ha influido mucho en el coaching y es quizá la corriente más seguida. Pues bien de la PNL procede el método de las preguntas poderosas, que, en la práctica de ISIE, es un método sencillo para iniciar la práctica del coaching, a la que pone como un armazón, un esqueleto básico. Es un modo de recorrer los 5 pasos del coaching de un modo coherente y hacer avanzar a la persona hacia su meta de un modo natural, sencillamente planteándole preguntas.
Las preguntas poderosas serían las siguientes:
Estas preguntas sirven tanto para la ayudar a establecer la meta general del proceso como la de la sesión. Cuando el objetivo del proceso ya está establecido y por tanto ya se ha trabajado con la meta, realmente no es tan necesario hacer todo lo que indico aquí. El coach debe decidir qué es oportuno y qué no.
Como se puede ver, con las preguntas poderosas se trata de que la persona viva anticipadamente la meta. Esta es la función del coach en este primer paso. Llevar a la persona a la que está haciendo coaching a vivir, a sentir con antelación las mismas sensaciones y emociones que experimentará cuando llegue a la meta. Si se trata de una meta real y para la persona es importante conseguirla, el sistema emocional ya la ha valorado así y le ha asociado emociones agradables. Que la persona las sienta. Desde ahí se puede comenzar a trabajar.
La huella de la PNL se advierte en que se siguen las 3 vías por las que las sensaciones llegan a nosotros: visual, auditiva y kinestésica. Son las vías clásicas de los sentidos. Los sentidos son cinco, a la vista y el oído hay que añadir, tacto, olfato y gusto. La PNL ha reunido estos 3 sentidos en la sensación somática o corporal, en la vía kinestésica.
Esta también la referencia social: ¿Cómo se dará cuenta otra persona? ¿Cómo se darán cuenta los demás? Se trata de que la persona tome conciencia de los efectos en los demás de conseguir la meta: qué cambios van a advertir. No estamos todavía en el chequeo ecológico de la meta que viene más adelante, al final de la sesión para establecer la meta.
Hay además otras dinámicas para trabajar la meta, aquí solo queremos indicar las preguntas poderosas.
Las metas pueden ser de 3 tipos: