Los profesores y el trabajo en equipo

Resumen: En una sencilla dinámica de equipo los participantes deben apretarse, los de empresa lo hacen con facilidad, los de escuela con bastante mayor dificultad. Parece estar dentro de la mentalidad organizativa de la escuela disponer de un espacio propio inviolable. Cambiar esta mentalidad tan arraigada resulta complicado.

En el ISIE tenemos la experiencia de trabajo en clima y cohesión de equipo en los claustros de los 18421778_scolegios. Me gustaría reseñar una observación simplemente para ponerla en el debate. Se trata de una percepción realizada tras bastantes veces de realización de una misma dinámica, dinámica que he visto realizar múltiples veces tanto por equipos de profesores como por equipos de empresa.

La dinámica es muy sencilla y su dificultad estriba sencillamente en que, para resolverla, los participantes deben físicamente apretarse, sin este requisito no es posible resolver el ejercicio. Lo significativo, y esta es mi observación es que en empresa los participantes se agrupan rápidamente, y se aprietan mucho más que los equipos de escuela, y por tanto resuelven con mucha más rapidez y eficacia el ejercicio.

La percepción es que, hablando en general, a los profesores les cuesta mucho más ceder el espacio de alrededor, incluso en un contexto de trabajo en equipo. Parece parte integrante de la mentalidad del profesor el ser poseedor y dueño de un espacio propio, espacio del que disponen según les parece y encuentran fuera de sitio que los demás se lo ocupen. Para resolver la dinámica, por así decir, entablan conversaciones cuando se percatan que hay que apretarse y poco a poco se ponen de acuerdo, no sin resistencias y bromas, en ceder ese espacio.

El reflejo del facilitador en esta dinámica proyectiva es: «¿Qué os impide ceder el propio espacio?». La percepción es que lo tienen interiormente asimilado como propio. Mi explicación es que durante mucho tiempo el profesor ha sido el dueño de un aula, de una clase, y ese espacio era su responsabilidad, las demás instancias del colegio estaban para ayudarle a atender mejor su clase, pero no podían interferir. Es decir durante muchos años, llegando hasta las raíces mismas de la constitución de la escuela, los profesores se han organizado como pequeños reinos independientes cada uno en su aula. A esa cultura de trabajo se incorporan aún hoy, es algo que está metido muy hondo en la escuela.

En muchas ocasiones, tanto por parte de comunidades educativas, como de profesores singulares, ya se ha llegado a la conclusión de que hay que cambiar, que no se puede seguir enseñando con culturas organizativas del siglo XIX. Sin embargo, cambiar mentalidades, y máxime cuando están tan arraigadas, resulta difícil, y encuentra muchas resistencias, que los profesores no saben ni siquiera de donde proceden.

Debido a esto los caminos de la innovación de la escuela resultan complicados. Este que señalo es solamente una de las dificultades. Por indicar alguna más, puedo decir que la comparación que establezco en la entrada entre escuela y empresa es otro punto que genera resistencias. La escuela se concibe como un espacio muy diferente a la empresa y la simple comparación parece que lleva a una asimilación, que es explícitamente rechazada en muchos casos. Pero bueno, esto debería ser ya el tema de otra entrada diferente: ¿en qué se parecen escuela y empresa y en qué puede ayudar a la escuela la mentalidad organizativa de la empresa?

Coaching y seguridad del paciente y prevención del riesgo sanitario

Resumen: Un taller de ISDE en colaboración con ISIE para trabajar herramientas de coaching por parte de profesionales de la sanidad que trabajan en seguridad del paciente. Son profesionales que viven de un modo vocacional su trabajo y que se encuentran fuertemente comprometidos con este. Aflora la importancia de las relaciones y la comunicación entre los equipos en la sanidad para lograr el cambio de mentalidad que implica la seguridad del paciente.enfermera1g

Fin de semana, sábado entero y domingo por la mañana, un grupo de profesionales de la sanidad dedicados a seguridad del paciente y prevención del riesgo sanitario decide realizar un taller para adquirir herramientas de coaching y más sencillamente de comunicación. Son 20 pero porque ha habido plazas limitadas. Consideran esas herramientas necesarias para su actividad diaria. Trabajo intenso durante 12 horas, se palpa la energía. El taller ha sido organizado por ISDE en colaboración con ISIE, que proporciona los facilitadores que lo imparten.

Las presentaciones se hacen dando cada uno 2 características personales. Afloran de modo dominante 2 ideas: (1) el carácter vocacional con el que viven su trabajo, (2) compromiso e implicación con lo que hacen. El primer efecto de este compromiso es que se muestran totalmente volcados en mejorar la seguridad del paciente. Detrás de esto mucha apertura de mente, mucha capacidad de superar frustraciones y dificultades y mucha, muchísima convicción de que trabajan en algo que es el futuro de la sanidad.

Se trabaja en coaching y comunicación porque se tiene conciencia de la utilidad clara que tiene con su trabajo, ya que es la forma de atender y cuidar las relaciones dentro de un sistema que sea respetuoso con la persona, algo que constituye la base sobre la que se puede construir la seguridad del paciente. Se ha destacado la importancia de la confidencialidad para intervenir en las situaciones delicadas, necesaria para respetar la persona y no generar resistencias innecesarias.

Se trata de un cambio de mentalidad, en realidad de paradigma, yendo hacia una sanidad 91559417donde cada uno de los actores tenga protagonismo, especialmente los pacientes, que cada vez asumen más competencia de decisión sobre su tratamiento, los resultados de este, etc. Es decir un sistema que sea respetuoso con el papel de cada uno y con el de los equipos.

Como puntos concretos en los que las herramientas de coaching pueden incidir se han señalado: (1) mejorar la comunicación con los pacientes y, en su caso, con las familias, tanto en la comunicación habitual como en el caso de existencia de eventos adversos, (2) mejorar la comunicación dentro de los equipos donde se producen errores o eventos adversos, (3) habilidades que permitan llegar al fondo en la investigación de los eventos adversos producidos, (4) trabajar desde el respeto a todos los integrantes de cada situación, etc.